El hermano cinco minutos mayor tenía el corazón sano, y el menor padecía además una miocardiopatía y una parálisis cerebral.
Sin embargo, esta trágica circunstancia no hizo sino acercar a los chicos. El hermano "mayor" siempre cuidaba del "menor", le ayudaba, le motivaba. E incluso cuando un niño enfermo de 13 años necesitaba el corazón de un donante voluntario, el hermano más sano quiso suicidarse para que su corazón pudiera ser trasplantado a su hermano.
El órgano vital se encontró a tiempo, y el chico "mayor" se puso a estudiar ingeniería bioquímica después de la escuela para inventar una cura de la enfermedad para su hermano y otras personas.
Pero el destino determinó otra cosa. Se convirtió en actor e incluso en una estrella de Hollywood.
Y el hermano menor se convirtió en un abogado que defiende los derechos de los niños con parálisis cerebral. Hoy en día, Ashton y Michael Kutcher participan juntos en obras de caridad
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