El tesoro oculto de Gómez

Juan Vicente Gómez
Juan Vicente Gómez, en el círculo Eloy Tarazona

 Eloy Tarazona fue el hombre de mayor confianza del temible dictador Juan Vicente Gómez. Bajo de estatura, de facciones indígenas, había nacido en el departamento de Boyacá, en la vecina Colombia en 1880, y habitando en la fronteriza población de Cúcuta, se sumó en mayo de 1899, a la invasión promovida por los generales Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, para asaltar el poder en Venezuela, siendo incorporado como oficial del batallón Junín de aquellas variopintas tropas que acompañaban a los jefes andinos.

 Cuando Juan Vicente Gómez se hace con el poder aprovechando la forzada ausencia de su compadre y jefe de Estado Cipriano Castro en diciembre de 1908, Eloy Tarazona comienza a aparecer como inseparable del nuevo gobernante, su nombramiento como edecán del Presidente, es sólo una formalidad, pues de hecho es ordenanza, mandadero, depositario de secretos y guardian diurno y nocturno del desconfiado Presidente,  que lo convierte en su confidente.

  A la muerte del anciano dictador, Tarazona es preso y exiliado del país, previa incautación de sus bienes, y se residencia en la población de Chinacota, Norte de Santander, donde desde abajo reemprende faenas agrícolas, mientras en Venezuela comienza a correr con fuerza la leyenda del tesoro enterrado del general Gómez, del que sólo su hombre de confianza sabría con exactitud la ubicación.  El propio Tarazona en su ignorancia se hace eco del rumor tratando de ganar importancia para volver a Venezuela y procurar rescatar su patrimonio.

  Llegada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el "indio" Tarazona, ya anciano, recibe en su refugio fronterizo la visita de tres funcionarios, que se dicen portavoces del Gobierno de Venezuela y ofrecen todo tipo de garantías y seguridades para su retorno al territorio nacional. Ingenuo el viejo edecán gomecista cae en la trampa y al no más llegar a San Cristóbal, se le declara preso y es trasladado a Caracas, donde los organismos represivos del régimen lo torturan para obtener la ubicación del tesoro.

  La terrible cárcel del cerro de "Obispos" es el reclusorio asignado al anciano, que se consumen entre los malos tratos, negándose a revelar el supuesto secreto del tesoro. Se le aplican diferentes torturas e incluso sesiones de hipnosis, para tratar de que bajo el trance de la inconsciencia declare.
Ningún método, ni hambre o maltratos, logran aflojarle la lengua. Mientras a los presos, o a carceleros generosos, que se atreven furtivamente a socorrerlo en su estrecho calabozo, el hombre de confianza del dictador, los deleita con historias reales o imaginarias sobre el verdadero destino del "tesoro de Gómez".

  Tarazona afirmaba, a sus compañeros de cárcel, que en efecto el tesoro del general existía, y el mismo estaba contenido en cajas de madera forradas en metal inoxidable, donde se habían depositado veinte millones de bolívares, en monedas de oro, ocho cajas llenas de prendas, y numerosos regalos de los más preciados obsequios al dictador y que el depósito construido para contenerlo, se elaboró con paredes de concreto, que se cubrieron de tierra y luego de vegetación para que pasará totalmente desapercibido.

  Entre incrédulos y atraídos por los relatos del famelico Tarazona, más de uno de los que ocasionalmente tenían acceso a su calabozo, presos políticos, comunes o carceleros, le pidieron ubicar el sitio donde se había guardado el "tesoro", el hombre de ojos achinados y tez morena, demacrado por el rigor carcelero, declaraba que no romperá la promesa de silencio hecha a su antiguo patrón.

  Secuestrado, sin acusaciones, ni juicio alguno, ni derecho a la defensa, acosado por el hambre y abandonado a su suerte, con su salud cada vez más deteriorada, Tarazona fabulaba, mientras renegaba de su infortunio, la proximidad de su fin lo hizo según sus palabras revelar su compromiso de silencio con su amigo jefe,  atreviendose a señalar, a sus auxiliares y compañeros de prisión, el sitio del fabuloso entierro, que ubicaba en la hacienda San Jacinto, una de las tantas propiedades del dictador en los valles aragüeños. Quienes atraídos por el relato del hombre de confianza de Gómez se atrevieron a desplazarse al sitio indicado, se encontraron con que sobre el terreno a que el infidente había hecho referencia sa había construido una edificación militar, lo que impedía verificar la información reforzando las dudas y conjeturas sobre el tesoro.

  Tarazona murió en presión, el 28 de octubre de 1951, y se llevó a la tumba el secreto.

¿Verdad o fábula, la existencia del tesoro de Juan Vicente Gómez? 


Algunas fotografías históricas:



El ex-seminarista Cipriano Castro ha ganado el título de Coronel en la invasión de Segundo Prato y en la toma de Capacho. En 1889 será Gobernador del Táchira y en 1890 diputado al Congreso Nacional.


Fotografía tomada en septiembre de 1899, un mes antes de la entrada de la Revolución Liberal Restauradora a Caracas. Aparecen sentandos de izquierda a derecha: Juan Vicente Gómez, Cipriano Castro, Joaquín Garrido y el Presbítero Capdeville (párroco de Yaritagua).



1899: Fotografias tomadas antes de la llegada de Castro a Caracas 

Fotografía antes de la llegada de Castro a Caracas.




1899: Fotográficas de Esperón
Otra fotografía de Esperón






1900: Castro Gómez en la Casa Amarilla, sede presidencial.

1900: Doña Zoila Rosa Martínez de Castro, nativa de Cúcuta, hija del general  venezolano Juan  Mc Pherson.


1900: General Castro. Jefe Supremo de la República.


Castro acostumbraba a pasear a caballo, todas las tardes, por las calles de Caracas.


1902: El presidente Castro llega al Capítulo Nacional a presentar su juramento como Presidente Constitucional de la República.



1902: En los días del conflicto con las potencias europeas bloqueadoras. Castro se entrevistaba con el ministro de EEUU,  Bowen en Miraflores. Castro lo recibe en pantuflas y con un gorrito bordado.



1902: El presidente Castro y su Consejo de Ministros en Miraflores. Entre otras se destacan figuras del General José Ignacio Pulido, Ministro de Guerra y Marina, y de Eduardo Blanco, canciller.


1902: El presidente Castro llega a la estación de ferrocarril en Caño Amarillo para despedir al Ministro Bowen, quien viaja a Washington en representación de Venezuela.


Retrato del presidente Castro por I. E. Fournier, que fue reproducido en miles de fotografías, en los días del régimen castrista.


1909: "El hombre sin patria", la revista  "Harper's Weekly" de New York  (15 de mayo de 1909) trae en su portada la fotografía de Cipriano Castro y esta leyenda:
"Cipriano Castro , desterrado Presidente de Venezuela toma su desayuno en su camarote del vapor Versalles. Cuando se dirige a Francia,  después de su expulsión de Martinica"


1902: Manuel Antonio Matos organiza y encabeza la Revolución Libertadora.
1911: Canciller de Gómez.


Rostrosy paisajes de la Venezuela de 1902
Rostros y paisajes de la Venezuela 1902







Caricatura de Gómez 

Caricatura




Gómez presidente de la República (1909)



Gómez presidente electo y comandante en jefe (1922)


Gómez presidente de la República  (1910)



Gómez presidente de la República (1911)



Gómez presidente de la República y Comandante en jefe del Ejército  (1913).




Gómez pasa revista a su nuevo Ejército  (1911).



Gómez acompañadode su Estado Mayor encabezando uno de los desfiles militares de Centenario  (1911).



Gómez preside la inauguración de la estatua del General San Martín en union del Vicepresidente José VicenteGómez y de los ministros Bastidas Galindo, Itriago Chacin, Centeno Graü, Álamo, Jiménez Robolledo, Bueno y González, y de Laureano Vallenilla Lanz.



Gómez en unión de su hijo José Vicente visita una dependencia militar  (1923).




Gómez visita el colegio que para niños huérfanos y desamparados fundará en Maracay bajo el rectorado de los Padres Benedictinos (1927).


Gómez en unión a su hijo José Vicente acompaña al General norteamericano Pershing en su visita al Ministerio de Guerra y Marina.



Visita de los aviadores franceses Costes y Lebrix. Una de las últimas fotografías en donde Gómez aparece acompañado de su hijo José Vicente, meses antes de los sucesos de febrero y abril de 1928 y de su salida del país.



Con ocasión de crisis económica de 1931, vistan a Gómez delegaciones del alto comercio, de los industriales y hacendados de Caracas, Valencia y Puerto Cabello.
Gómez respondió por boca de su ministro Tinoco:
"Las crisis se resuelven por si solas".



Los últimos años (1933). Un domingo en las carreras en el Hipódromo del Paraíso en Caracas.



Los últimos años  (1933). Han muerto su tío José Rosario, su hermano el Vicepresidente Juan Crisóstomo, su hijo el Vicepresidente José Vicente y en el destierro han muerto Cipriano Castro y JoséManuel Hernández y el desembarco del FALKE, encontró la muerte Delgado Chalbaud. En los años cercanos, a su muerte vive rodeado de su mujer, sus hermanas, de sus hijas, de su íntimo amigo Antonio Pimentel.


Caricatura




1928: Óleo del pintor español José María López Mezquitas.




1928: A comienzos de 1928 visita los Hangares de Boca del Río.




24 de junio de 1931. Juan Bautista Pérez ha renunciado y Gómez elegido nuevamente presidente de la República presta juramento ante el Congreso. La multitud frente al edificio del Capitolio a la salida acompaña entre aclamaciones a Gómez hasta Miraflores.
Vista de la avenida Norte del Capitolio.



Gómez presta juramento  (1931).
Vista desde la avenida Sur del Capitolio.




La multitud el día del juramento de Gómez.
Vista desde la esquina de la Bolsa.




1934: Un día cualquiera Gómez rodeado de sus oficiales:
Colmenares Pacheco, Ramírez, Pedro García,  Santos Matute.
Ningún caudillo, ningún político.



1931: Un domingo en el Hotel Jardín de Maracay, acompañado de sus hijas y sus compadre Antonio Pimentel.




Juan Vicente Gómez 1933






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