BANANO o CAMBUR

Fotografía de un racimo caído en la Finca Magallanes

BANANO o CAMBUR 

EL Banano es una de las frutas de más consumo en el mundo, por su valor alimenticio, a facilidad de su cultivo y resistencia para el transporte. En el género “Musa” se distingue de 70 a 80 especies, y en el subgénero “Eumusa” se agrupan hasta 735 músaceas diferentes.

Contiene hierro, agua (75.2%), almidón, celulosa, sacarosa, glucosa, levulosa, sacarosa, dextrosa, gomas, tanino, proteínas, carbohidratos, fibra, calcio, fosforo, potasio, magnesio, zinc, azufre, cilicio, cloro, tiamina, niacina, riboflavina, vitaminas, B, B2, B12, PP, C, E, calorías, (96 por cada 100 gramos); ácido málico, tanino y aceites esenciales que estimulan la secreción de jugos digestivos y ejercen una ligera acción antiséptica del conducto intestinal.

Se consume preferiblemente crudo, en jugos y compotas, e de fácil digestión. La banana mezclada con leche o yogurt, es un alimento completo; sin embargo, no combina bien con alimentos ricos en almidón como papas, mandioca, batata (camote), con los cereales y sus derivados; harinas, fideos, pan, etc. La buena digestibilidad, la fácil absorción de la sacarosa y abundante contenido en vitamina C de los plátanos maduros, los hace un excelente para enfermos graves, febriles y subalimentados, para embarazadas y lactantes, deportistas y ancianos. El plátano rallado es antidiarreico y se usa para inflamaciones del intestino grueso.

 Es la fruta del sistema nervioso, regula el estado de ánimo. El consumo de plátanos aumenta las reservas alcalinas en la sangre. La savia de “Vástago de plátano y Guineo”, tomada cruda en pequeñas dosis, sirve contra la tuberculosis (una copita en ayunas). Es una fruta que nutre, alcaliniza y desintoxica el organismo. Previene los calambres musculares producidos por la falta de glucosa en la sangre; por ello se recomienda para los artríticos; en cantidad suficiente favorece el movimiento intestinal por la pectina que contiene; aumenta y mejora la producción de leche materna. 


SALUD

La Cáscara se usa para quitar verrugas y mezquinos. Posee propiedades vermífugas. El fruto es anti disentérico y expectorante. Consumiéndolo periódicamente estabiliza la serotonina, evitando la depresión y controlando el estrés. Con el Tronco se prepara un jarabe para combatir las diarreas crónicas, y leucorreas rebeldes, enfermedades de los riñones y otras dolencias de las vías urinarias. La savia tiene efecto astringente, que combate las hemorroides con lociones y compresas.

Diluida con agua la savia se emplea interiormente para calmar la nefritis. Se cura el asma con una hoja de plátano de guinea, cuando no tiene más de un pie de altura; con raíz y todo se usa; exprimiendo después el jugo, se toma una tacita diaria endulzada con una cucharadita de miel; bastan 2 o 3 tazas. Contra hongos de la piel se usa la misma fórmula que para quitar verrugas (durante 8 a 15 días) así: se coloca la cáscara madura del banano por la parte de adentro sobre la piel, se adhiere con un esparadrapo; por toda la noche y se repite hasta mejorar. 

La banana aumenta la formación de glóbulos rojos y de hemoglobina; por el hierro, otros minerales y vitaminas que contiene.

PRECAUCIONES 

La banana nunca debe comerse como postre, pues aun estando madura, resulta indigesta. En cambio, sienta bien tomada en desayuno o merienda (sin pan) entre comidas o antes de comer. No es aconsejable la banana frita por ser esencialmente indigesta. Cocida es muy digerible y apta para niños, ancianos, convalecientes, anémicos, enfermos débiles y desnutridos. 

Por su gran poder calórico, a primera vista pareciera estar contraindicada en el tratamiento de la obesidad; pero no debemos olvidar su vitalidad de saciar rápidamente el apetito. 

Si la banana madura en el árbol, forma productos tóxicos y resulta indigesta; si no está bien madura o está descompuesta, es acidificante. Deberá comerse cuando la cáscara está completamente amarilla con manchitas negras, sin ningún vestigio de verde.

Una banana requiere de unas 3 horas para digerirse. La banana cruda no conviene a los enfermos del hígado y de la vesícula biliar, con insuficiencia hepática, cálculos biliares, ictericia, hepatitis, con dispepsia, digestión lenta, etc. Estos enfermos pueden tolerar mejor la banana cocida en pequeñas cantidades, lo mismo que los diabéticos, quienes pueden consumirla en lugar de pan, fideos, etc. 


Comentarios